viernes, 31 de enero de 2020

He aquí un axioma de vida, convivencia o pueda llamársela como quieran,pero debería de guardarse hacia un fin común y de respeto mutuo, porque tú habitas al igual que yo, en este pequeño espacio compartido. Y no importa que este pequeño espacio compartido,sea exiguo, o quizás carente de premisas basales de tolerancias,pero siempre debemos de bregar por el bien de nuestros semejantes. Por ello,debemos "dejar" en algún recóndito lugar, el TU y el MI,puesto que la arrogancia y la intolerancia, juegan un papel de doble filo, difícil de maniatar,llegado un caso extremo.
Jamás un individuo de las masas, puede pensar que sus dichos o sus actos,tengan que aplicarse a los otros,no.Porque no posee un peso específico, ni puede convocar a una multitud, en pos de sus propósitos u objetivos. Entonces, se debe creer y congeniar con aquel, al cual reconozco, no compartir con él, ideales ni principios.Pero en esa lucha, debo vencer a mi yo interior y evitar así, que prevalezca una actitud hostil hacia los seres mortales,tanto como yo...

jueves, 30 de enero de 2020

Pequeñas normas de convivencias, no respetadas.

A veces son imperceptibles,muchas veces muy visibles,determinantes. Quizás tan determinante, que logra causar en nosotros una incomodidad que no se puede disimular,máxime, si somos tanto o más, que aquel que nos está incomodando.Por eso, uno a veces trata de ser persuasivo y no dejarse llevar dentro de un carácter que nos "gobierna" interiormente y, por ende,forma nuestra personalidad.Personalidad, que al fin y al cabo,nos orienta, o nos debería orientar, hacia una dirección permeable en concordancia dentro del circulo social a la cual pertenecemos, o debemos pertenecer, o creemos pertenecer. Siempre y cuando, acorde al linaje o a la chapa que subrepticiamente creemos poseer. Puesto que el otro,desconoce, o no tanto, nuestra procedencia, porque siempre existe el que juzga o te engloba dentro de un catarsis,sin el conocimiento literal de nuestros fantasmas o miserias.
Por supuesto que,habiendo diversidad de opiniones y de personas o núcleos sociales, uno debe colegir y asumir que siempre hemos sido propensos,en la mayoría de los casos,emitir juicio sobre aquel, a quien no conocemos. Dado que no tuvimos nunca un ápice de intención de hacerlo y entonces se produce, por una lógica supina,las desavenencias sociales y a raíz de ello,devienen las grietas y ellas, terminan demarcando los limites del TU y del MI.
Es increíble que uno pueda referirse tantas veces, como sea posible, a las diferencias entre el TU y el MI;sin embargo, no hemos aprendido esa lección de una convivencia, que debería ser más compartida y respetada.Loas para aquel, que alguna vez quiso y no pudo;intención que todavía prevalece y no existe,aún, el sentimiento recíproco de una sociedad que, alienadamente, se aferra al status del TU y del MI.