He aquí un axioma de vida, convivencia o pueda llamársela como quieran,pero debería de guardarse hacia un fin común y de respeto mutuo, porque tú habitas al igual que yo, en este pequeño espacio compartido. Y no importa que este pequeño espacio compartido,sea exiguo, o quizás carente de premisas basales de tolerancias,pero siempre debemos de bregar por el bien de nuestros semejantes. Por ello,debemos "dejar" en algún recóndito lugar, el TU y el MI,puesto que la arrogancia y la intolerancia, juegan un papel de doble filo, difícil de maniatar,llegado un caso extremo.
Jamás un individuo de las masas, puede pensar que sus dichos o sus actos,tengan que aplicarse a los otros,no.Porque no posee un peso específico, ni puede convocar a una multitud, en pos de sus propósitos u objetivos. Entonces, se debe creer y congeniar con aquel, al cual reconozco, no compartir con él, ideales ni principios.Pero en esa lucha, debo vencer a mi yo interior y evitar así, que prevalezca una actitud hostil hacia los seres mortales,tanto como yo...
viernes, 31 de enero de 2020
jueves, 30 de enero de 2020
Pequeñas normas de convivencias, no respetadas.
A veces son imperceptibles,muchas veces muy visibles,determinantes. Quizás tan determinante, que logra causar en nosotros una incomodidad que no se puede disimular,máxime, si somos tanto o más, que aquel que nos está incomodando.Por eso, uno a veces trata de ser persuasivo y no dejarse llevar dentro de un carácter que nos "gobierna" interiormente y, por ende,forma nuestra personalidad.Personalidad, que al fin y al cabo,nos orienta, o nos debería orientar, hacia una dirección permeable en concordancia dentro del circulo social a la cual pertenecemos, o debemos pertenecer, o creemos pertenecer. Siempre y cuando, acorde al linaje o a la chapa que subrepticiamente creemos poseer. Puesto que el otro,desconoce, o no tanto, nuestra procedencia, porque siempre existe el que juzga o te engloba dentro de un catarsis,sin el conocimiento literal de nuestros fantasmas o miserias.
Por supuesto que,habiendo diversidad de opiniones y de personas o núcleos sociales, uno debe colegir y asumir que siempre hemos sido propensos,en la mayoría de los casos,emitir juicio sobre aquel, a quien no conocemos. Dado que no tuvimos nunca un ápice de intención de hacerlo y entonces se produce, por una lógica supina,las desavenencias sociales y a raíz de ello,devienen las grietas y ellas, terminan demarcando los limites del TU y del MI.
Es increíble que uno pueda referirse tantas veces, como sea posible, a las diferencias entre el TU y el MI;sin embargo, no hemos aprendido esa lección de una convivencia, que debería ser más compartida y respetada.Loas para aquel, que alguna vez quiso y no pudo;intención que todavía prevalece y no existe,aún, el sentimiento recíproco de una sociedad que, alienadamente, se aferra al status del TU y del MI.
Por supuesto que,habiendo diversidad de opiniones y de personas o núcleos sociales, uno debe colegir y asumir que siempre hemos sido propensos,en la mayoría de los casos,emitir juicio sobre aquel, a quien no conocemos. Dado que no tuvimos nunca un ápice de intención de hacerlo y entonces se produce, por una lógica supina,las desavenencias sociales y a raíz de ello,devienen las grietas y ellas, terminan demarcando los limites del TU y del MI.
Es increíble que uno pueda referirse tantas veces, como sea posible, a las diferencias entre el TU y el MI;sin embargo, no hemos aprendido esa lección de una convivencia, que debería ser más compartida y respetada.Loas para aquel, que alguna vez quiso y no pudo;intención que todavía prevalece y no existe,aún, el sentimiento recíproco de una sociedad que, alienadamente, se aferra al status del TU y del MI.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)